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El problema de la obesidad infantil

El problema de la obesidad infantil En los últimos veinte años, la obesidad en los niños ha aumentado bruscamente, en especial en los países más desarrollados, debido a una alimentación pobre y una vida sedentaria.
Se estima que hoy en día, en muchos países, uno de cada diez niños es obeso al llegar a los 10 años. Las enfermedades a largo plazo que se ven venir, como consecuencia de esto, están siendo una preocupación en muchos países.

La obesidad puede definirse como la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, aunque en realidad es una enfermedad que implica mucho más que eso: dificultades para respirar, ahogo, interferencias en el sueño, somnolencia, problemas ortopédicos, trastornos cutáneos, transpiración excesiva, hinchazón de los pies y los tobillos, trastornos menstruales en las mujeres y mayor riesgo de enfermedad coronaria, diabetes, asma, cáncer y enfermedad de la vesícula biliar.

A estos trastornos físicos hay que sumarles los problemas psicológicos provocados por la discriminación social y las dificultades para relacionarse con los demás que sufre una persona cuya figura desborda los límites de la silueta saludable.

Un niño se considera que es obeso cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.

Algunos de los factores que intervienen en una obesidad infantil son: la conducta alimentaria, el consumo de energía, factores hereditarios, hormonales, psicosociales y ambientales.

Las causas de la obesidad son genéticas, ambientales (el estilo de vida), el Síndrome de Cushing, el hipotiroidismo, la insulinoma, alteraciones hipotalámicas, el hipotiroidismo, el Síndrome de Ovario Poliquístico, el hipogonadismo, entre otras.

Algunas de las consecuencias de la obesidad infantil tienen que ver con cambios psicológicos: baja autoestima, bajos resultados en el colegio, introversión, rechazo social... Otras consecuencias guardan más relación con el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades patológicas: hipertensión, hipercolesterolemia, apneas de sueño, problemas ortopédicos...

El tratamiento que ha de llevarse a cabo ha de ser personalizado y para ello debe efectuarse un buen diagnóstico. Las medidas a tomar básicamente son: modificar el estilo de vida, una dieta, ejercicio, tratamiento médico según patología específica o cirugía, para casos refractarios a tratamiento médico.

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