Arte Marcial, beneficio total
Las artes marciales provenientes de China, Corea y Japón han ido ganando popularidad en los últimos años. Es muy habitual ver que casi todos los gimnasios imparten clases de Tae-kwon-do, de Judo o de Karate y que los alumnos cada vez empiezan más jóvenes. Y es que la popularidad no sólo la dan las películas, sino que el profundo bienestar que otorga la práctica de un arte marcial acaba siendo la mejor publicidad posible. Si sigues leyendo averiguarás que Bruce Lee no sólo sabía defenderse... sino que además estaba muy sano.
Todas las artes marciales trabajan a fondo la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación. El conocimiento del cuerpo es esencial para la autodefensa y, por eso, estas prácticas ayudan a controlarlo más y nos permiten conservar e incluso aumentar el bienestar físico. ¿Recuerdas ese tropezón tan tonto por el cual te retorciste el tobillo? ¿Y aquella vez que haciendo un pequeño esfuerzo te dió un tirón en la espalda o en el brazo? Pues con la práctica continuada de un arte marcial los habrías evitado. Algunas son más agresivas a la hora de practicarlas (por ejemplo, el Karate) y otras tienen un riesgo mayor de sufrir una lesión (Aikido o Judo), pero si quieres no tener ni la más mínima posibilidad de lesión tu arte marcial es el Tai-Chi. Se trata de una serie de movimientos realizados con lentitud destinados a armonizar la energía del cuerpo y, al igual que el Yoga, favorece la flexibilidad y el equilibrio.
Pero si quieres tener algo de acción y tener una forma física y aeróbica mucho más completa deberías decantarte por otras artes que no sean el Tai-Chi. Si eres joven, si quieres bajar algún kilito de más y ponerte en forma apuesta por clases en las que haya más movimiento, como las que puedes tener si practicas Tae-Kwon-Do, Aikido, Kendo, Judo o Karate.
No obstante puede que, después de citar alguna de las innumerables virtudes de las artes marciales, haya quien piense que no hay más o, peor aún, que las artes marciales incitan a la violencia. Si te reconoces en alguna de esas dos opciones, destiérrala por completo porque las artes marciales ayudan al autocontrol y a la relajación. Una de las máximas de todas estas disciplinas es no usar nunca la violencia a no ser que sea totalmente necesario. Así que si quieres una mente sana en un cuerpo sano puedes optar por apuntarte a cualquier arte marcial y, si eres un poco constante y aguantas un par de meses, notarás que tu cuerpo mejora y que tus estresantes días son mucho más llevaderos.
Todas las artes marciales trabajan a fondo la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación. El conocimiento del cuerpo es esencial para la autodefensa y, por eso, estas prácticas ayudan a controlarlo más y nos permiten conservar e incluso aumentar el bienestar físico. ¿Recuerdas ese tropezón tan tonto por el cual te retorciste el tobillo? ¿Y aquella vez que haciendo un pequeño esfuerzo te dió un tirón en la espalda o en el brazo? Pues con la práctica continuada de un arte marcial los habrías evitado. Algunas son más agresivas a la hora de practicarlas (por ejemplo, el Karate) y otras tienen un riesgo mayor de sufrir una lesión (Aikido o Judo), pero si quieres no tener ni la más mínima posibilidad de lesión tu arte marcial es el Tai-Chi. Se trata de una serie de movimientos realizados con lentitud destinados a armonizar la energía del cuerpo y, al igual que el Yoga, favorece la flexibilidad y el equilibrio.
Pero si quieres tener algo de acción y tener una forma física y aeróbica mucho más completa deberías decantarte por otras artes que no sean el Tai-Chi. Si eres joven, si quieres bajar algún kilito de más y ponerte en forma apuesta por clases en las que haya más movimiento, como las que puedes tener si practicas Tae-Kwon-Do, Aikido, Kendo, Judo o Karate.
No obstante puede que, después de citar alguna de las innumerables virtudes de las artes marciales, haya quien piense que no hay más o, peor aún, que las artes marciales incitan a la violencia. Si te reconoces en alguna de esas dos opciones, destiérrala por completo porque las artes marciales ayudan al autocontrol y a la relajación. Una de las máximas de todas estas disciplinas es no usar nunca la violencia a no ser que sea totalmente necesario. Así que si quieres una mente sana en un cuerpo sano puedes optar por apuntarte a cualquier arte marcial y, si eres un poco constante y aguantas un par de meses, notarás que tu cuerpo mejora y que tus estresantes días son mucho más llevaderos.
2 comentarios
Ross -
Anónimo -
Elisa Álvarez