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Calabazas: esplendor otoñal

Ya no cabe duda alguna. El otoño y el frío ya están aquí. Acaba de pasar Halloween y habrás visto miles de fotos e imágenes con las calabazas usadas de modo decorativo pero, ¿sabes que son un alimento dulce y perfecto para el otoño?
Las calabazas de invierno (llamadas así para diferenciarlas de las propias del verano, con una piel mucho más blanda) se cultivan desde hace siglos. El origen aún no está claro pero es muy posible que sea uno de los innumerables frutos que nos dió el descubrimiendo del nuevo mundo. Además, de la calabaza se puede usar todo: la pulpa y las semillas son alimento, sus flores son comestibles y la dura cáscara puede emplearse como recipiente o como un excelente abono orgánico.
A la hora de ir al mercado hay que elegir las calabazas con mucho cuidado: deben pesar más de lo que aparenta su tamaño, la piel debe ser mate ya que si brilla puede que no esté suficientemente madura y en la superficie no debe tener ni golpes ni grietas. El tamaño no afecta a la calidad, así que te recomendamos que escojas una acorde con tus necesidades.
Conservar una calabaza es muy sencillo. Las de invierno se conservan muy bien en un lugar fresco durante dos o tres meses pero nunca las guardes en la nevera ya que perderán buena parte de su textura y su sabor. ¿Quieres comprobar lo buenas que están? Prueba estas dos recetas y... bon apetit!

ENSALADA DE CALABAZA
· 1 calabaza
· 8 tomatitos
· 1 pimiento verde picado
· 4 cebollas tiernas
· 2 dientes de ajo
· aceite, sal y vinagre

Calienta el horno a 175 grados e introduce la calabaza, previamente pinchada con un tenedor, durante unos 50 minutos hasta que la piel se ablande totalmente. Se parte la calabaza por la mitad, se retiran las semillas y se extrae la pulpa. Ésta puede añadirse en cuadraditos o desmenuzándola levemente con un tenedor. Se mezclan todos los ingredientes bien picados en una ensaladera, se aliña al gusto y se sirve rápidamente.

CALABAZA RELLENA
· 1 berenjena cortada en dados
· 2 tomates cortados en dados
· 2 pimientos verdes picados
· 1 cebolla picada
· 4 dientes de ajo picados
· 1 calabaza grande
· 70 grs. de queso parmesano rallado
· albahaca y aceite

Calienta el horno a 190 grados. Haz una mezcla con la berenjena, los tomates, pimientos, cebolla, ajo, albahaca y aceite de oliva. Extiende la mezcla sobre las mitades de la calabaza partida y hornéalas en una fuente durante una hora aproximadamente, hasta que la calabaza se ablande. Añade el queso parmesano por encima y gratínalo a horno fuerte.

1 comentario

Anónimo -

En otoño también cosechamos calabazas emocionales, amorosas...y son horrorosas. Pero con el tiempo y un poco de humor se olvidan.Saludos al equipo
Mª José Aranaz