La Barcelona de Gaudí
En 1852 nació en Reus el arquitecto Antoni Gaudí. Ya pasaron los fastos del Año Gaudí pero la obra de este insigne catalán sigue asombrando diariamente a turistas de todo el mundo y a cualquiera que esté dispuesto a darse cuenta de la gran importancia de esta mente visionaria en la arquitectura.
¿Relajarse en una gran urbe? Sin duda alguna, sí. Visitando Barcelona tienes mil y un paseos que saciarán tus sentidos: el barrio del Raval, el barrio Gótico, la Barceloneta, el Borne, Montjüic o los muelles del Maremagnum. Todos esos sitios son representativos pero, si pidiéramos a cualquier persona que dibujara algo de la capital catalana, a buen seguro trazaría la famosa silueta de La Sagrada Familia. Acompáñanos por la Barcelona de Gaudí en una visita abarcable en un solo día.
Palacio Güell
La carrera de Gaudí no se entiende sin el apoyo de esta rica familia barcelonesa. Entre 1886 y 1890 se levantó en la calle Nou de la Rambla este palacio que, si bien no está diseñado por Gaudí, sí que cuenta con vitrinas creadas por sus manos y que posibilitaron que Eusebi Güell se fijara en su talento.
Casa Batlló
Los barceloneses la apodaron como casa de los huesos pero el mar parece ser la fuente de inspiración, tanto en el interior como el exterior. La escalera parece una espina dorsal, los cristales de las claraboyas quieren ser caparazones de tortugas y en toda la casa no hay ángulos rectos. Un edificio donde el turista bien puede ensimismarse en su interior mirando a su alrededor.
Casa Milá
También es conocida como La Pedrera. Si en la casa Batlló la inspiración parece ser el mar, en esta es la montaña. El resultado es otra casa-escultura en la que Gaudí sigue alardeando de su dominio de la luz, de las estancias y, sobre todo, de unas azoteas plenas de desniveles o chimeneas que le confieren la apariencia de un bosque en medio de los tejados.
Sagrada Familia
La obra inconclusa de Gaudí, la que supuso mayores desvelos para él. A partir de 1914 el arquitecto anunció que no aceptaría ningún encargo más y que solamente se dedicaría a este proyecto. En ella Gaudí muestra su pericia con las formas, los simbolismos y su interpretación gótica de la naturaleza para crear una nueva catedral del siglo XX. No llegó a acabarla y, ahora, se sigue debatiendo la conveniencia de seguir construyéndola; pero no cabe duda de que es una visita obligada.
Parque Güell
En una ladera y con una vista perfecta de Barcelona se levanta este parque del que, sin duda, su imagen más conocida es la salamandra (o Drac) de la escalinata. No obstante si quieres acabar de una forma tranquila este viaje por Gaudí te recomendamos que te pierdas por este espacio, sin prisas, hasta que te sorprenda el atardecer y puedas disfrutar de la combinación (absolutamente planificada) de la luz y la arquitectura.
Si quieres más información te aconsejamos que te hagas con uno de los numerosos folletos que se reparten por Barcelona, que compres un buen libro o que, sin dejar Internet, además de nuestra página visites la del Año Gaudí o esta dedicada por completo al genio de Antoni Gaudí.
¿Relajarse en una gran urbe? Sin duda alguna, sí. Visitando Barcelona tienes mil y un paseos que saciarán tus sentidos: el barrio del Raval, el barrio Gótico, la Barceloneta, el Borne, Montjüic o los muelles del Maremagnum. Todos esos sitios son representativos pero, si pidiéramos a cualquier persona que dibujara algo de la capital catalana, a buen seguro trazaría la famosa silueta de La Sagrada Familia. Acompáñanos por la Barcelona de Gaudí en una visita abarcable en un solo día.
Palacio Güell
La carrera de Gaudí no se entiende sin el apoyo de esta rica familia barcelonesa. Entre 1886 y 1890 se levantó en la calle Nou de la Rambla este palacio que, si bien no está diseñado por Gaudí, sí que cuenta con vitrinas creadas por sus manos y que posibilitaron que Eusebi Güell se fijara en su talento.
Casa Batlló
Los barceloneses la apodaron como casa de los huesos pero el mar parece ser la fuente de inspiración, tanto en el interior como el exterior. La escalera parece una espina dorsal, los cristales de las claraboyas quieren ser caparazones de tortugas y en toda la casa no hay ángulos rectos. Un edificio donde el turista bien puede ensimismarse en su interior mirando a su alrededor.
Casa Milá
También es conocida como La Pedrera. Si en la casa Batlló la inspiración parece ser el mar, en esta es la montaña. El resultado es otra casa-escultura en la que Gaudí sigue alardeando de su dominio de la luz, de las estancias y, sobre todo, de unas azoteas plenas de desniveles o chimeneas que le confieren la apariencia de un bosque en medio de los tejados.
Sagrada Familia
La obra inconclusa de Gaudí, la que supuso mayores desvelos para él. A partir de 1914 el arquitecto anunció que no aceptaría ningún encargo más y que solamente se dedicaría a este proyecto. En ella Gaudí muestra su pericia con las formas, los simbolismos y su interpretación gótica de la naturaleza para crear una nueva catedral del siglo XX. No llegó a acabarla y, ahora, se sigue debatiendo la conveniencia de seguir construyéndola; pero no cabe duda de que es una visita obligada.
Parque Güell
En una ladera y con una vista perfecta de Barcelona se levanta este parque del que, sin duda, su imagen más conocida es la salamandra (o Drac) de la escalinata. No obstante si quieres acabar de una forma tranquila este viaje por Gaudí te recomendamos que te pierdas por este espacio, sin prisas, hasta que te sorprenda el atardecer y puedas disfrutar de la combinación (absolutamente planificada) de la luz y la arquitectura.
Si quieres más información te aconsejamos que te hagas con uno de los numerosos folletos que se reparten por Barcelona, que compres un buen libro o que, sin dejar Internet, además de nuestra página visites la del Año Gaudí o esta dedicada por completo al genio de Antoni Gaudí.
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Josu -