Evita el estrés navideño

Ya está aquí, ya ha llegado. ¿Te gusta la Navidad, los villancicos, las calles iluminadas de adornos, esa felicidad aparente que todo lo inunda durante estas fechas? O por el contrario, ¿eres de los que reniega de todo lo que tenga que ver con unas fiestas, en tu opinión, destinadas al consumo masivo y a una felicidad frívola y ñoña? Bueno, pertenezcas al primero o al cada vez más mayoritario segundo grupo, el caso es que en todas las Navidades se repiten las mismas situaciones estresantes. Para todos, amantes de ellas o detractores de las guirnaldas y los mazapanes.

Evitar el estrés navideño por completo quizá sea imposible, pero un poco de planificación puede disminuir las prisas de última hora. Por ejemplo, si eres asiduo de la Red, opta por comprar los regalos por Internet, te ahorrarás colas y nervios en los grandes almacenes. ¡¡Paraaaaaaaaaaaa!! ¿A dónde vas con tantas bolsas? No sobrecargues a los niños con regalos. Más vale algo bueno y de calidad que muchos juguetitos mediocres y baratos. Además,no conviene fomentar el espíritu consumista en los más peques de la casa.

Otro consejo; a la hora de preparar la cena, ni seas el que pringue por todos los demás, peor tampoco dejes que tu madre se deje la piel y sea ella la encargada de dar de comer a 17. Colaborad entre todos los miembros de la familia. Y procura no pasarte con la comida y el alcohol si no quieres acabar podrido y con sobredosis de toxinas en tu cuerpo.

Si tienes pareja y te toca llevarla a comer a casa, evita discusiones del tipo " ¡¡¡Yo tampoco aguanto a tu madre, la última vez casi muero intoxicado con los orejones!!!" o " ¿En casa de tus padres o en la de los míos? Si tú no vienes, yo tampoco voy a la tuya". Habladlo antes y decidid qué día toca ir a cúal casa, repartidlo de una forma equitativa, como pasar nochebuena en casa de una familia y año nuevo en casa de la otra familia.

Y por último, en estas fechas tan entrañables donde reina el buen rollo, dedicar las sobremesa a las tertulias familiares puede ser muy enriquecedor y saludable; es recomendable evitar en estos ratos la televisión o ponerla de fondo.